Cinderella II
Arreglo almuerzo con Chico en restó microcéntrico. Últimamente soy muy de chatita con mega sandalia de taco en la cartera para hacer el recambio en situación de urgencia. Algo en la línea de Working Girl sin Harrison Ford ni los pelos naranjosos de Melania, ni la jefa perra enyesada.
Chico me ve linda y entonces yo me visto linda para seguir bien conceptuada y me pongo muscu blanca que le gusta. 5 minutos antes de emprender la caminata hacia Leandro N. Alem busco las sandalias en la cartera como para elevar el look unos 8 cm. Visualizo el corcho altísimo de la plataforma. Lo agarro. Bien.
Hay una sola.
Mal.
Vagos recuerdos de haber hecho cosas extrañas en el taxi como vaciar bolsa y ordenar interiores en viaje.
Grito.
Puteo.
-Please ayudenme a rastrear mi plataforma.
Desaparecida.
Evalúo la posibilidad de volver a buscarla a casa o comprar unas acá a la vuelta. Medito la opción de saltar en una pata hasta Alem pero es levemente barranca abajo y puede terminar mal.
No aparece.
Condenada a encuentro midiendo nada más ni nada menos que mi altura. Camino en chatitas diminutas, petisísima.
-¿No sabés lo que me pasó? En realidad había venido con unas sandalias divinas y...
En la mesa le cuento a Chico el episodio y le asomo la chatita por el costado de la mesa.
Chico se ríe. No había notado mi poca altura y me dice que tengo buenas tetas.
Chico me ve linda y entonces yo me visto linda para seguir bien conceptuada y me pongo muscu blanca que le gusta. 5 minutos antes de emprender la caminata hacia Leandro N. Alem busco las sandalias en la cartera como para elevar el look unos 8 cm. Visualizo el corcho altísimo de la plataforma. Lo agarro. Bien.
Hay una sola.
Mal.
Vagos recuerdos de haber hecho cosas extrañas en el taxi como vaciar bolsa y ordenar interiores en viaje.
Grito.
Puteo.
-Please ayudenme a rastrear mi plataforma.
Desaparecida.
Evalúo la posibilidad de volver a buscarla a casa o comprar unas acá a la vuelta. Medito la opción de saltar en una pata hasta Alem pero es levemente barranca abajo y puede terminar mal.
No aparece.
Condenada a encuentro midiendo nada más ni nada menos que mi altura. Camino en chatitas diminutas, petisísima.
-¿No sabés lo que me pasó? En realidad había venido con unas sandalias divinas y...
En la mesa le cuento a Chico el episodio y le asomo la chatita por el costado de la mesa.
Chico se ríe. No había notado mi poca altura y me dice que tengo buenas tetas.
7 Comments:
ya estaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! chico es un amoroso que valoro lo importante, no?
me hiciste reir.
Jajajajajajaja, qe ilusas que somossss! Si al final podemos ir como queramos, que lo qe van a importar son las tetas.. jajaja
y de última, si te cruzas con alguna mujer de esas que te inspeccionan la ropa, vos decis que quisiste pegar el look audrey hepburn, y todos felices
Una lady para salir de la situacion.
Yo me puedo poner a llorar totalmente si se me pierde un zapato asi. Eso es mucho peor a perder los dos.
Me mató el primer comentario: muchacho rescató lo importante!
Pero que fino observador, Chico!!! Me pregunto, como habrá reparado en ese detalle y no en su altura... :)
Parapsicologo?
Sh.F.Clú
Y tiene razón Chico, eh.
Bueno, bueno, pero esa tetificación de la sociedad... digo, llamen a algún chanta como Caparrós a escribir sobre eso.
No digo que las tetas no sean importantes (que lo son) ni que la altura deje de serlo (que lo es) pero Charlotte, su hipótesis reduccionista en este caso deja a las mujeres enclaustradas en un chart bidimensional de tetas y altura. Y hay más.
O llamen a Fresán.
Nena a partir de ahora no gastes más guita con las plataformas. Agradecele al pibe que fue sincero, si tenés buenas gomas no se van a fijar si medías 1.50, vista directo a las tetas. Y si entregás rápido el orto, mejor.
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