Bizarre Love Triangle

Anoche llego a lo del mono y me esperaba con su guitarra y un papel impreso con la letra y notas de Bizarre Love Triangle para que la cante. Es despiadado en su crítica pero siempre me hace reir lo tolerante que es a mi dificultad para entrar en el momento correcto. Terminamos en un camino intermedio en el que simplemente lo miro y con un arqueo de cejas y un leve movimiento de su cabeza hacia arriba me doy cuenta que tengo que entrar. Lo hago, casi perfecto, y entonces aprovecho y me mando alguna canchereada con la voz. "Winniissssss!!!!! se agrandó Winnisssss" me dice y se muere de risa. Pero hoy me escribe: by the way, your singing was ok. you need to practice. Con eso supongo que estuve bien. Lo quiero.
Me acompaña caminando por el pasaje al encuentro con las nenas. Me pregunta si le alquilo el fouton porque su barrio está por ser invadido por pequeño mercado chino. Nos preguntamos cuánto tiempo podríamos vivir juntos bajo el mismo techo. 45 minutos? Hora y media?
Mesa de 10. Festejo tardío de cumpleaños. Vuelvo a casa con divina cartera de Prüne, top de Zara y enorme ramo de azucenas. Las otras nenas también me regalaron una cartera. Chechus sostenía que mi "mini-mochila" Kipling es lo más cache que vió en su vida. Tiene razón, pero nunca lego a la cartera, nunca llego. Me pierdo antes en el make-up, los zapatos, ropa, corpiños, bombachitas con onda...
Las flores las traje a la oficina. Las puse en el florero que compramos. El arte de arreglarlas está en ponerlas a distintas alturas. La tengo clarísima. Las huelo desde acá.