Cold in the Earth *
Los días como hoy, ni bien sonaba el timbre del recreo había una suerte de estampida a los radiadores del pasillo. Creo que las de 5to.B los tenían ahí nomás de la clase, nosotras a una distancia media y las de A llevaban todas las de perder porque estaban en la otra punta. Poner la kilt contra el radiador era el único consuelo posible y si llegabas primera te podías insertar en el medio y tener además de la cola caliente los dos costados. Era una carrera así como de vida o muerte y si te tocaba alguna déspota, se quedaba ahí clavada durante todo el break de la mañana y te miraba con cara de “Sorry, llegué antes”. Otras eran más bondadosas y te dejaban rotar puestos. Los guantes con dedos cortados tipo Madonna no eran de gran ayuda y mucho menos un blazer azul que si bien podía ser bastante elegante con el escudo y todo, no hacía nada por abrigarte. La temperatura de la Benemérita Institución siempre estaba unos grados por debajo de lo necesario, como en una pequeña muestra de sadismo británico mal padecido por todas esas almas latinas como la mía, regidas por el instinto del placer.
* Cold in the earth, and fifteen wild Decembers
From those brown hills have melted into spring
Emile Bronte. Lo leíamos ese mismo año.
* Cold in the earth, and fifteen wild Decembers
From those brown hills have melted into spring
Emile Bronte. Lo leíamos ese mismo año.
Labels: La benemérita institución
2 Comments:
Nice. Son los que me gustan a mí, claro.
Ayer le contaba a mi mamá que la época en la que más frío pasé en mi vida fue la de colegio. La unica gloria era el día que había gimnasia y podías dejarte el pijama abajo de la ropa, pero el resto...mi Dios. Ni siquiera te dejaban ponerte unas miseras can can de cashmilon.
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