Monday, February 14, 2011

Friday Night


Mientras le levanta la remera, le pasamos la mano por los abdominales perfectos, los pectorales impecables y me mira.
-¿Ves? Esto no te lo conserva un hétero…
El Luján está revuelto, como casi siempre, asíque con cada salto me tiro un poquito encima y pido que "no agarren más olas, please". Cuando entramos al Pajarito la botella de champagne está a punto de terminarse y frenamos la lancha para maniobrar.
Las pizzas del Pajarito son perfectas pero si llegás un poco más allá de las 9 y media la espera puede hacerse eterna y no hay nada que conmueva al hippismo local. Llegan cuando llegan y casi siempre es después de haberte bajado la botella de vino así que la conversación se vuelve sumamente intensa y en dos minutos estás hablando “de la vida” y elaborando teorías. La noche ayuda, hay luna y si no, podés distraerte con la vela que arde adentro de la bolsita de papel llena de arena decorada por la hija del dueño. Brindamos por mi nueva casa. Creo que no puedo escuchar más eso de “Este es tu año” pero lo agradezco igual aunque con dudas que la compra de una casa convierta a un año en algo más de lo que es, 365 días que se siguen los unos a los otros. Hiperrealista.
Cuando salimos le presto especial atención a los escalones y la balsa que flota se mueve más de lo aconsejable para treparte a la lancha. Maldigo el atuendo fashion tan poco náutico. Cuando nos alejamos apagamos la lancha completamente y flotamos a la deriva, tanto que la próxima vez que abro lo ojos o los desvío del cielo lleno de estrellas estamos por dárnosla contra un barco.
-¡Barco!
-Oficiá de marinero…
Manoteo el volante como si fuese un auto pretendiendo esquivar un obstáculo. Nada.
-No, boluda. Empujate desde la proa.
Me desplazo lentamente y cumplo órdenes. Con apenas un empujón logro que nos alejemos del barco enorme en la mitad de la noche. Estoy tan cansada que si la lancha se hundiese me dejaría hundir también.
-Tengo una paja. Imaginate yo en Viven, me dejo morir en el decolaje…
Se ríen.
Nos volvemos por los canales, rapidísimo, parecemos salidos de Miami Vice salvo que aminoramos la velocidad casi a cero cuando pasamos al lado de un barco. Está oscuro. Seguramente la gente duerme adentro. Siempre me sorprende la buena vecindad que se maneja en el agua.

3 Comments:

Blogger Rob K said...

(¿"la buena vecindad que se maneja en el agua?"
Si habré puteado lanchas cuando remaba...)

Saludos.

10:54 AM  
Blogger Charlotte said...

Grasas hay en todos lados, en el río abundan, pero la gente de río "de toda la vida" (je) es cuidadosa con no joder a los barcos y MENOS a los remeros. Beso

10:57 AM  
Anonymous Marcos said...

Me encantan estos posts. Uh, soy el típico fan torre, no? Siempre digo lo mismo.

1:32 PM  

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