Come see the baby
Come see the baby. Así se titulaba ese episodio de Seinfeld ,creo. Ese en el que se queja de las parejas que lo intiman a uno a ir a conocer el recién nacido dentro de las 48 horas de nacido, llueve o truene so pena de ofensa mortal para siempre.
Soy la primera en aparecer en las clínicas dónde paren mis amigas cercanas y me ofrecería hasta obrar de partera o acompañante ante la ausencia del padre de la criatura, pero ME ROMPE SOBERANAMENTE LAS PELOTAS tener que ir a visitar niños ajenos de gente no tan cercana QUE ENCIMA SI OFENDE!!
Tal es el caso de ex vecina, M, la misma que tenía cuadritos de Holly Hobby colgadas en la pared y patitos en la cocina. 6 años viviendo una al lado de la otra irremediablemente nos convirtió en “buenas vecinas” hasta que se mudó el año pasado y tuve la dicha de que me invite a su casamiento. La gente no se da cuenta? Evidentemente no. Me vestí, me puse linda, me clavé un VT o dos y fui.
En febrero pasado M parió (una mujer creo). De más está decir que mandé los mails de felicitación, los llamados de protocolo pero nunca, nunca me apersoné a conocer a la criatura. No sin culpa, ojo. Porque todo lo que hago aparentemente convencida, dura exactamente 3 minutas hasta que me invade la culpa.
Y porque el karma también existe, cuando entro en la parrillita de la vuelta con Chechus la otra noche, ¡muerte blanca!. Atravesaba la puerta adorable M, marido, hermana, cuñado y diabólico cochecito.
Fue una larga lucha contorsionada para no hacer eye contact bajo ningún concepto y un extraordinario maniobrar de caderas entre las mesas para no cruzarlos a la salida. No podía improvisar saludo alguno, no iba a tener nada que decir, sobre todo cuando la niña ya tiene un año y yo creo que tengo en casa un pijama talle 2 meses que compré en algún momento. Cerré la puerta detrás mío y huí como rata por tirante. Ya afuera respire más profundo, pero solo por un rato. Sigue existiendo la posibilidad de encontarla en el barrio y estaré castigada con ese tormento donde ni siquiera ir a comprar un Marlboro será tarea sencilla.
Procrastination, diría mamá.
Soy la primera en aparecer en las clínicas dónde paren mis amigas cercanas y me ofrecería hasta obrar de partera o acompañante ante la ausencia del padre de la criatura, pero ME ROMPE SOBERANAMENTE LAS PELOTAS tener que ir a visitar niños ajenos de gente no tan cercana QUE ENCIMA SI OFENDE!!
Tal es el caso de ex vecina, M, la misma que tenía cuadritos de Holly Hobby colgadas en la pared y patitos en la cocina. 6 años viviendo una al lado de la otra irremediablemente nos convirtió en “buenas vecinas” hasta que se mudó el año pasado y tuve la dicha de que me invite a su casamiento. La gente no se da cuenta? Evidentemente no. Me vestí, me puse linda, me clavé un VT o dos y fui.
En febrero pasado M parió (una mujer creo). De más está decir que mandé los mails de felicitación, los llamados de protocolo pero nunca, nunca me apersoné a conocer a la criatura. No sin culpa, ojo. Porque todo lo que hago aparentemente convencida, dura exactamente 3 minutas hasta que me invade la culpa.
Y porque el karma también existe, cuando entro en la parrillita de la vuelta con Chechus la otra noche, ¡muerte blanca!. Atravesaba la puerta adorable M, marido, hermana, cuñado y diabólico cochecito.
Fue una larga lucha contorsionada para no hacer eye contact bajo ningún concepto y un extraordinario maniobrar de caderas entre las mesas para no cruzarlos a la salida. No podía improvisar saludo alguno, no iba a tener nada que decir, sobre todo cuando la niña ya tiene un año y yo creo que tengo en casa un pijama talle 2 meses que compré en algún momento. Cerré la puerta detrás mío y huí como rata por tirante. Ya afuera respire más profundo, pero solo por un rato. Sigue existiendo la posibilidad de encontarla en el barrio y estaré castigada con ese tormento donde ni siquiera ir a comprar un Marlboro será tarea sencilla.
Procrastination, diría mamá.
20 Comments:
nunca entendí eso de ir a conocer a los bebés, si son todos muy parecidos. el episodio de seinfeld es tremendo y lo refleja perfecto. charlotte: cara de piedra, salude, diga q es el niño más lindo q vio (no falla), la vecina y ud. se irán las dos tan contentas y problema solucionado, hágame caso.
todo bien, pero esta hija de puta se enrosca con tener que saludar a una pelotuda a vela y me termina contagiando y no da, porque cuando yo me enrosco, me enrosco como una víbora: "me pongo de mala, no sabés".
es que ahora ya la embarré demasiado aunque chechus afirma que ellos no pueden tener la certeza de que yo los haya visto.
jaaaaaaaaaaaaa, es verdad, quedáste re frikeada...diousmiou.
Me identifico completamente, y el capítulo de Seinfeld es perfecto. Propongo "la gran Leonardo": el maestro Da Vinci, luego de recibir la emocionada noticia de la flamante paternidad de un hermano suyo, le escribió diciéndole "te has ganado un solícito enemigo" (se refería al hijo, claro). Para el próximo parto ya sabés que poner en la tarjeta...
Charlotte, el capítulo de Seinfeld se llama "The Boyfriend (2)" (segunda parte). Es de la tercera temporada y Jerry debe acompañar a Kramer a ver el nuevo bebé de un amigo. La frase que citás es "you got to see the baby" y el tono sería una mezcla de Fran Drescher con una ex-novia de Chandler en Friends, bien nasal y estirando el "baaii" de "baby". :-)
Y respecto de su cruce... me extraña que no haya dado media vuelta y huído del lugar. No podés arruinarte una salida con Chechus porque en otra mesa haya gente que no querés que te vea...
Y sí, seguro que te vió... :-/
maggie: la que va a acabar enemistada con todo el el planeta soy yo. igual pienso la frase y se me concence mando a imprimir. veo que todo el grupo etario sufre el mismo mal...
esa novia era "janice" y la recuerdo perfectamente, thufir. que vocecita irritante!!
Sí, Janice: ¡odiosa!
Yo voto por (cuándo no!) encarar. Encarar y no dejar hablar a la otra, qué lindo bebé qué grande, no puedo creerlo, es igual a vos, cómo te debe haber cambiado la vida, pero qué gusto verte, dale, seguro nos cruzamos (no mentir un "te llamo" JAMÁS), que sigas bien y a otra cosa. Y mirando a los ojos al momento de despedirse, con una sonrisa bien amplia. Que si alguien quiere cortar la buena energía que estoy derrochando, seas vos la aguafiestas. Onda: "yo puedo desaparecer, pero cuando nos vemos soy la mejor. Que te quede claro" Y si se enoja... asunto de ella.
no es mala esta tampoco...ojo.
De hecho creo que es buenísima: invertir la escena y ponerle la tapa al otro... :-)
Más fácil que mandarse a mudar.
La felicito de corazón. Yo en su lugar hubiera hecho lo mismo.
A este respecto, le recomiendo del la sexta temporada de Sex & The City el capítulo 83 "A Woman's Right to Shoes".
Se sentirá absolutamente identificada.
Me reí mucho con los detallitos irónicos. Nada más.
Ubico perfectooooo ese capitulo, el que le pierden los Manolo Blahnik!!!! jajajajaj. mortal!!!!!
Creo que se enroscaron más de la cuenta, como toda mujer... Tampoco es que era tu mejor amiga. Hay que aprender ( y ojo que a mi también me cuesta) a cagarse en lo que piensen los demás. Se vive mucho más tranquilo...
a ponerlo en práctica la próxima vez que me tope con ella, si ni animo...
No hay nada más feo que un bebe feo. Quizá porque un bebè sea una esperanza y no hay nada peor que una esperanza de la cual no hay esperanza. (Ufs! ya empecè con los calambours)
Además, cosa curiosa, a la gente le cuesta mentir. Se hace una pausa, se traga saliva y luego como con la boca llena de bicarbonato se dice "hermoso/a, precioso/a" (Quizá porque uno puede permitirse un desagrado mal encubierto frente al invulnerable autoengaño de los padres)
Bueno, no sé si todo esto viene al caso.
Igual, me lo han dicho muchos padres, que parece que es IM PO SI BLE verlos feos cuando son propios. yo a veces he dicho, ay, qué chuiquiiiiito! (como si el 99% no lo fuera...en fin).
Ulma: ¿yada yada sex luego de tomarse un bisque?
;-))
capo pablo, en la tecla
Seinfeld en ese capitulo: porque no vienen a conocer a mi abuelo?
Post a Comment
<< Home